¿Y LA SOLUCIÓN ECONÓMICA?

Rodolfo Bay

Director Ejecutivo - ENAN

Dar la misma solución a un problema, dilatándolo, nunca puede ser la solución.

Es lo que Occidente ha hecho desde que se deshizo del todo del modelo del patrón oro en los 70 con Nixon. Seguir un modelo de endeudamiento permanente, esperando que siempre el segundo y tercer mundo asuman proporcionalmente parte de sus errores. Pero China ahora parece que está poniendo un alto, y si no nos precipitamos a una peor tercera guerra mundial cuando Estados Unidos descubra que ya no puede seguir vendiendo dólares sin soporte en valor, el camino parece claro.

¿Y cuál es la solución económica para Guatemala? Impresión solo temporal, mientras se preparan otras soluciones, de dinero para apoyar el sistema financiero y las empresas. Sin que crezca el valor de los bienes en producción. Eso es una depreciación de la moneda, necesaria, pero que, si no se toma las medidas oportunas posteriores, puede beneficiar a unos pocos (a la supervivencia de instituciones financieras y de las empresas, pero sólo y en ambos casos, temporal). Además, les da a dichas entidades un ejercicio discrecional del uso de la riqueza, no ganado en el mercado, y por tanto ineficiente.

El problema puede venir más adelante, cuando ya no se puedan seguir inyectando fondos que endeudan a los países, a sus ciudadanos, y sólo protegen a determinados sectores, empobreciendo al resto. Generando más desigualdad, mediante una política que realmente no es de igualdad de oportunidades.

La solución a medio plazo es por tanto implementar una Moneda virtual paralela a la moneda tradicional intercambiable por la misma, pero que vaya perdiendo su valor progresivamente versus la moneda tradicional, y que solo se pueda usar para temas de salud, alimentación, pagar sus créditos financieros, telecomunicaciones, energía, agua o inversión (esto para fomentar la activación económica). Una moneda para ayudar a los más necesitados, y que a la vez les obligue a introducirse en la economía formal. De esta manera los receptores estarían obligados a circular la moneda (desde el momento que sepan que la moneda va perdiendo valor con el tiempo hasta dejar de valer en un máximo de 6 meses). Esto ayudaría a acelerar la economía, a darle vueltas al dinero, que es lo que genera bonanza. Y evitaría el riesgo de que, si dichos ciudadanos reciben el apoyo en la moneda actual, el quetzal, tenderán a guardarla por precaución, en base a la situación económica actual, y por tanto no ayudará a la aceleración económica.

Esto además deja la decisión a los ciudadanos, que son los mejores para tomar sus decisiones sobre qué es más conveniente para ellos, en vez de dejarlo en la discrecionalidad de las instituciones financieras o gobiernos (por el gran riesgo que esto conlleva a que el dinero sea mal usado en corrupción o decisiones ineficientes, mientras todos como ciudadanos de un país nos endeudamos).

La solución a largo plazo, cuando la economía ya se haya estabilizado, desarrollar en Centro América una moneda virtual que se aprecie o deprecie en base al crecimiento de la economía, o en alianza con estados como China, o más cercanos al pensamiento de Guatemala (Taiwán, Japón, Israel, países de Europa y por supuesto el propio Estados Unidos, si decide tomar el camino correcto), que planeen o estén desarrollando modelos similares.

Noticias y Blog

Lee nuestros artículos y entérate de los negocios relevantes a nivel mundial.

Visítanos o llámanos

1779 ext. 3001 y 3003.

10 Ave 4-83 Zona 15 Colonia Lo De Contreras.

Contáctanos

Ubicación